No subas fotos de los amigos a las redes sociales sin su permiso →
Recientemente, The Guardian publicaba un artículo explicando una de las consecuencias más interesantes del problema de las cuentas sombras que genera Facebook. El artículo de The Guardian se centra en las fotos y en dónde está la barrera entre la acción de publicar contenido en una red social y el respeto a las decisiones de las personas que aparecen en ese contenido. Si un individuo tiene cuenta en Facebook, es fácil no regalar imágenes con su cara a Facebook simplemente no cargándolas en la plataforma. Sin embargo, un individuo que no tenga cuenta de Facebook puede acabar con su cara en una de esas cuentas sombra si algún conocido suyo sí tiene cuenta y sí sube fotografías.
A día de hoy, está confirmada por Facebook la existencia de las shadow accounts. Son cuentas generadas que el sistema genera para perfiles que no consigue casar con ninguna cuenta de usuario existente en el sistema; es decir, para asociar información acerca de personas que no tienen cuenta en esta red social. Aunque la nota de prensa se centra en el botón Like que se puede incorporar en páginas web, la sospecha se centra en otros usos para esas cuentas sombra. Por ejemplo, otorgarle a la aplicación de Facebook para teléfono móvil acceso a la libreta de contactos podría causar que se incorporasen los números de teléfono de nuestros contactos a cuentas sombra.
Mismo caso se puede aplicar a otras partes de internet donde la privacidad también es un punto clave. Por ejemplo, podemos optar por no ser usuarios de Gmail para evitar que la información de nuestros correos electrónicos acabe en manos de Google y de su sistema de publicidad. Sin embargo, si enviamos un correo electrónico a una cuenta que utilice Gmail, y el correo electrónico no está cifrado, tantos los correos que mandemos como los que recibamos de estas cuentas estarán en la base de datos de Google queramos o no, a no ser que usemos otras opciones como cifrar el correo de antemano.